Las prácticas actuales de cosecha del cacao aún conservan las costumbres establecidas en tiempos prehispánicos. La cosecha de cacao se lleva a cabo principalmente por las familias que lo cultivan.
Corte de las mazorcas del árbol de cacao. En el palo se coloca una herramienta llamada luco para realizar el corte de la mazorca.
Una vez cortadas y apiladas las mazorcas, una a una se corta golpeándola una a otra para extraer los granos de cacao. En esta actividad participa toda la familia.
Los granos de cacao son lavados en grandes canastos hasta quitar todo el mucílago que los cubre.
Los granos bien lavados son puestos sobre sacos de henequén para secarlos al sol durante tres o cuatro días o hasta que el grano seque en su totalidad.
Los granos secos son tostados sobre un comal, terminado este proceso cada grano es descascarillado para poder ser molido.
El cacao tostado se coloca en el metate o molino para realizar la molienda, en este paso el cacao se convierte en una pasta blanda llamada licor de cacao.
Una vez molido el cacao, con la pasta obtenida se elaboran diferentes bebidas como el chocolate, chorote, taxcalate, popo, etc. entre otras. Las cuales aún se consumen en diferentes estados de la República Mexicana; Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla entre otros.